El mural es la obra de arte que forma parte inseparable de los espacios arquitectónicos: que se encuentra profundamente vinculada a los muros escolares, arquitectónicos, religiosos, plazas, parques, museos, viviendas, y escena de la vida cotidianas entre otros.
El arte mural es un medio de transformación comunicativo, sociocultural, que necesita para mostrarse, insertarse en un ámbito de exposición publica. La pintura mural al comienzo fue la cronografía de las pinturas rupestres. Luego el arte mural surgió en las ciudades antiguas.
Los murales transmitieron la historia y la fe de las religiones organizadas. En la era moderna, el mural se identifica con las luchas revolucionarios y de búsqueda de cambios sociales entre oprimidos y opresores. Luego surgió la obra de arte en el siglo XX, “Guernica”, del artista Pablo Picasso, es el máximo exponente del arte mural, como propuesta ante la Guerra Civil Española.
Desde la mitad del siglo XIV, se realizaron murales solo en el ámbito religioso, según la arquitecto José María Peña, el mural más antiguo de Buenos Aire está en la iglesia del Pilar, ocupando la pared trasera del Altar de la Dolorosa.
Los murales de Jean León Palliere son obras decorativas, en el teatro de envergadura en Buenos Aires (Argentina). Como también, los murales a modos de decoraciones del cielo rasos y ornamentación de salones se extienden el los edificios de la ciudad.
Las escuelas Italianas Francesas, y sus temáticas, van marcando las corrientes estéticas de la generación de los años ochentas. Los murales del artista catalán; José María Sert y Vadia, en los cielos rasos, en las paredes representa con las frescas pinturas, que son admirables, vitrales, del teatro y que son claros del notable desarrollo en este lapso adquirieron las decoraciones de muros.
A fines del siglo XIX los muros se observa tanto en las anteriores vistas como las fachadas de edificios de estilo, arte nuevas y también conocieron en algunos países Europeos, como juventudes, modernos murales, modelo, estilos, libertades y florales. En nuestro medio son de gran valor, las obras continuadoras de las vertientes del modernismo, especialmente representados por la obra de Julián García.
En 1944 nace el taller de arte mural, formado por: Juan Carlos Castagnino, Antonio Berni, Demetrio Urruchúa y Lino Enea Spilimbergo. Junto con Manuel Colmeiro, realiza en 1946, los fresco de la cúpula de las galerías pacíficos, (Bon Marché Argentino). Este es uno de los conjuntos murales de mayor significación y envergadura en la ciudad, donde su testimonio era la vida. Colores, trabajo y gente del puerto de Riachuelo. Se esta en la escuela museo, especialmente los realizados por los anteriores murales nombrados en Argentina y en cerámica, vitrales y de ambos; “el desfile del circo” fabricado por los talleres de la escuela Otto Krauze.
Entre los muralistas claramente combativos, es Ricardo Carpani, uno de los más representativos; sus fuertes figuras humanas, luchadoras, sin claudicaciones, llevan su sello distintivo. El tema reiterado en su obra es del trabajo en las pinturas, en muros por las manos de grandes puños cerrados como símbolo de la lucha.
“Por un arte revolucionario latinoamericano”, los artistas lo proclamaron: “es indispensable dejar de lado todo dogmatismo en materia estética; cada cual debe crear utilizando los elementos plásticos en la forma más acorde con su temperamento, aprovechando los últimos descubrimientos y los nuevos caminos que se van abriendo en el panorama artístico mundial”.
Uno de los muralistas de mayor producción en Buenos Aires, Luís Seoane decía: “el pintor que se sube a un andamio no es el mismo hombre que en el encerrado en su taller, completa su vida, su obra será verdadera pública y juzgada por una inmensa mayoría”. Esta en la calle a bastantes murales dedique de mi destreza de pintor utilizando distintos discursos técnicos y variando constantemente de procedimientos. Afirma, “use juntamente con materiales nuevos, los naturales y arcaicos como la piedra los mármoles, hierro y el bronce. Técnicas artesas muy antiguas como la cerámica el vitral o el mosaico, cuando no simplemente la pintura con técnicas sintéticas producidas por la química industrial, en cuanto a los procedimientos del pasado resulta siempre nuevos y conservan el misterio que proviene de su lejana historia”.
En conclusión, el lenguaje del arte mural, variado en la actualidad en cuanto a temáticas y también calidades, incorporan imágenes urbanas reconocidas desde nuestra cultura ciudadana; aparecen abstracciones, graffiti, caricaturas, personajes del cómic, la historieta y signos representativos de distintos tipos muralistas. También su permanencia como obra de arte y expresión colectiva de la época se relaciona también con el espacio urbano y arquitectónico que lo tiene.
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